Hoy estoy aquí como mujer, como lideresa, para decirles que Colombia necesita más que nunca de su apoyo
Presentamos un resumen del discurso pronunciado por Luz Marina Díaz en el Congreso Mundial de la Confederación Sindical Internacional, el pasado 19 de mayo en Berlín, Alemania
“De 124 valientes y decididos en 2011, pasamos a 5.500 en 2014, es decir, tuvimos un crecimiento de afiliación superior al 4.400 %, en un país donde la tasa de sindicalización es apenas del 4% y la incidencia de la negociación colectiva no supera el 2%. Tenemos afiliados y afiliadas en todas las ciudades del país, en todas las tiendas. Además hemos negociado con éxito dos Convenciones Colectivas. Una con Carrefour y otra con Cencosud”, afirmó Luz Marina Díaz, presidenta de la Unión, en la sesión sobre Organización y Creación de Poder Para los y Las Trabajadoras, del Tercer Congreso Mundial de la Confederación Sindical Internacional (CSI).
Fue tal el interés que despertaron estas palabras que resumían nuestros triunfos y esfuerzos, que fue necesario extender el panel de 40 minutos a dos horas, para poder escuchar la gran cantidad de intervenciones de los asistentes y las respuestas que Luz Marina ofrecía, ampliando nuestra experiencia. Luz fue la única colombiana que habló durante el evento.
En este espacio, nuestra presidenta denunció la precarización laboral en Colombia a través de la tercerización, el maltrato y los despidos arbitrarios.
Afirmó además, que especialmente durante los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, la política laboral se caracterizó por “la actitud indiferente del Gobierno ante los reclamos y exigencias de los y las trabajadoras, la negación de derechos, las trabas administrativas hacia los sindicatos y el silencio frente a las amenazas, persecución, asesinatos y masacres laborales en los sectores públicos y privados”.
Gracias a la posición pasiva y permisiva hacia el sector empresarial, asumida por el Gobierno, la multinacional francesa Carrefour no tuvo ninguna dificultad para incumplir el Acuerdo Marco Global firmado en noviembre de 2000 con la UNI Global Union, mediante el cual se comprometía a aplicar, respetar y garantizar los derechos de los y las trabajadoras a la libre asociación sindical, en todas sus sedes alrededor del mundo.
Mientras existían sindicatos en todas sus sedes, en Colombia, en cambio, “quienes entraran a este supermercado, debían esperar más de un año para ser vinculados a término indefinido, pero su contrato podía acabar de la noche a la mañana, porque los y las trabajadoras no estaban cubiertas por un proceso disciplinario justo”, relató Luz Marina.
En el 2010, con el cambio de Gobierno, cambió un poco la situación para los y las trabajadoras, y para las organizaciones sindicales, debido a las exigencias que otras naciones le hacían a Colombia para poder firmar tratados de libre comercio.
En esta nueva etapa se lograron compromisos como los recogidos en el Plan de Acción Laboral, que el Gobierno colombiano ha querido dejar en letra muerta, pero que se ha convertido en una hoja de ruta para las luchas sindicales en nuestro país.
Luz Marina recordaba con gratitud, en nombre de todos y todas las unionistas, el apoyo que la UNI Global Union le ha brindado a nuestro sindicato desde aquellos días. “Dentro de este ambiente de supuesto ‘respeto’ a las libertades sindicales, la UNI, liderada por su Secretario General Philip Jennings, comenzó a dialogar con Carrefour para que diera cumplimiento en Colombia al Acuerdo Marco Global y así el 4 de noviembre de 2011, nació la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de Grandes Superficies del Comercio en Colombia. Tomando en cuenta las enormes dificultades existentes en el país UNI negoció un acuerdo de sindicalización específico, que proveía acceso a los trabajadores para formar un verdadero sindicato”.
La formalización del sindicato vino acompañada de dos retos que la UNI y la Unión enfrentaron juntas: el miedo y la apatía de los y las trabajadoras, y “la férrea oposición de los y las jefas y supervisoras, que veían en el sindicato una evidente pérdida de poder para maltratar y abusar libremente”.
Nuestra Unión logró triunfar ante el miedo y el rechazo gracias al respaldo de los y las trabajadoras sindicalizadas de todo el
mundo, y mediante el desarrollo de una “agresiva, pero amable, alegre, colorida, gráfica y propositiva campaña de comunicaciones; apoyada en una seria estrategia de redes sociales, página web y tecnologías de la información y las comunicaciones junto con 112 organizadores, logró cubrir más de 72 tiendas, ubicadas en 28 ciudades, algunas con distancias superiores a mil kilómetros”, aseguró nuestra presidenta.
Recordó, también, que la existencia de nuestra organización sindical evitó que, tras la venta de Carrefour a la multilatina chilena Cencosud, fueran despedidos cientos de trabajadores y trabajadoras. Al contrario, nuestra fortaleza y perseverancia, y el valioso respaldo de la UNI, nos han permitido firmar una segunda Convención Colectiva de Trabajo, en diciembre de 2014.
Finalmente, Luz Marina hizo alusión al mayor anhelo de todos y todas las colombianas, la construcción de la paz, e hizo un llamado a los y las trabajadoras, sindicalistas y organizaciones mundiales a respaldar al país.
“Hoy estoy aquí, como mujer, como lideresa en medio de un sindicalismo colombiano patriarcal y machista, para decirles que Colombia necesita más que nunca de su apoyo. Por primera vez en más de 60 años de conflicto interno, mi país tiene una alta posibilidad de firmar la paz. Si lo logra, el escenario para el diálogo social y el sindicalismo reivindicativo será cien veces más amplio que el actual. Hoy estoy aquí para decirles que no nos dejen solos. Necesitamos seguir contando con su valioso apoyo, con él, ustedes se harán partícipes del renacer de una nación de trabajadores y trabajadoras que anhelan que sus esfuerzos se vean reflejados en un mejor futuro para sus descendientes”.
“¡Contamos con ustedes!”, dijo Luz Marina al despedirse y darle paso al sinnúmero de preguntas e intervenciones que inspiró su discurso. Pero ninguna de estas palabras habría sido posible, ni siquiera la más mínima letra, si la Unión no contara con el gran aporte de tu valentía, tu dedicación día a día, para seguir construyendo juntos y juntas este sueño que tantas satisfacciones nos ha traído y que con seguridad, nos seguirá trayendo en un futuro, gracias a su fuerza, con su ayuda.
Guatemala y México se sumaron a las denuncias de Colombia
Las denuncias elevadas por la presidenta de nuestra Unión, con respecto a la precarización laboral en Colombia, contaron con el eco de los representantes de Guatemala y México, donde los logros alcanzados por el movimiento sindical décadas atrás, se están desvaneciendo con las políticas laborales implementadas por los gobiernos de turno, que favorecen la subcontratación.
Las demás sesiones y debates del Tercer Congreso Mundial de la CSI giraron en torno al sector informal y la discriminación laboral,
a las políticas gubernamentales para combatir las desigualdades, como un salario mínimo vital y la protección social.
Otras mesas se ocuparon de reflexionar sobre los pueblos indígenas y los y las trabajadoras del hogar.
Todos estos debates permitieron reunir una serie de propuestas y proyecciones, que quedarán contenidas en el programa de trabajo de la Confederación Sindical Internacional para los próximos cuatro años.
Qué bueno que ahora los y las trabajadoras del comercio en Colombia, tengan voz y sean escuchados y escuchadas a nivel mundial.