Este 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y las Víctimas -como lo consagrara la Ley de Víctimas- cobra importante significado puesto que nuestro país está inmerso en un proceso de diálogo con la insurgencia para negociar la salida negociada al conflicto armado, que tantas víctimas ha cobrado.

 

Boletín No. 201 Unionistas seamos constructores de paz

Entre 1958 y 2012 murieron, a causa del conflicto armado que vive nuestro país, 177.307 civiles y 40.787 combatientes, es decir, el 81% de las víctimas asesinadas en la guerra que desangra a Colombia desde hace casi 60 años son civiles, personas que nunca decidieron empuñar las armas a favor de ningún bando, quizá campesinos o pobladores urbanos pobres con sueños de conquistar una vida digna para ellos y sus familias.

Colombia cuanta con la deshonrosa cifra de 5 millones de desplazados, 25 mil desaparecidos, 1.800 personas víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado.

Esta guerra tal vez beneficie a algunos, pero no a la mayor parte de la sociedad colombiana que ha sufrido la exclusión social y el silenciamiento, y anhela que sus hijos no tengan que ir a la guerra, disfrutar de un trabajo decente con salarios justos, acceder a más oportunidades educativas, que sus impuestos no vayan a parar al gasto militar sino a la inversión social. Deseamos la paz los ciudadanos que esperamos ver a Colombia convertida en un polo de desarrollo para Latinoamérica.

Por estos anhelos y por los acuerdos que se vislumbran en el horizonte de diálogo con dos de las organizaciones insurgentes más antiguas del mundo, es que este 9 de abril no sólo conmemoramos al innumerable número de personas que hemos perdido en la guerra, sino que también brindamos, celebramos, porque estamos siendo partícipes de un momento determinante en la historia nacional: el momento en que comenzamos a construir la paz en Colombia.

Por supuesto la UNIÓN no es ajena a este sentimiento de unidad y fraternidad en torno a las víctimas, a este propósito de hacer memoria de nuestra historia para no repetirla y a este deseo colectivo de vivir en un país en paz, donde se respeten las opiniones y las opciones de vida diferentes, donde la gente pueda compartir sus puntos de vista y sus lecturas del mundo sin miedo a la censura asesina, donde los y las trabajadoras puedan pertenecer a una organización sindical sin temer a la persecución y la estigmatización que hoy continuamos sufriendo.

Esperamos que este 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y las Víctimas, recordemos el largo y doloroso camino que nuestro país ha recorrido y decidamos resueltamente ser constructores de paz.

 

 

Abril 9 de 2016
LUZ MARINA DÍAZ
Presidenta Nacional
Unión de Trabajadores y Trabajadoras del Comercio en Colombia